20081026

02. El salto diario

Todos los días Mons salta de la cama y su compañero no sabe quién es mas puntual, si el despertador o ella. Intentó averiguarlo, durante tres semanas se levantó varios minutos antes del espectáculo que ambos daban. Fijándose atentamente, con el despertador en la mano y colocándolo a una altura donde podía observar también a Mons, no daba crédito a sus ojos, la exactitud de ambos era asombrosa.

El día más divertido de todos, fue cuando la despertó Radio Taxi. Decía ¿Qué es? ¿Es la radio de la policía? ¿Es un taxi? ¿Es el despertador? ...

Y a las 7:29:08. Tira la manta por los aires, y con su salto mañanero aplaude para que se enciendan todas las luces. Da comienzo la carrera por el pasillo dirección salón, mientras suena el despertador, que esta vez, nos alegra el día con melodías de flautas. Primero, una parada en el baño. Dobla la esquina del pasillo, no entra en la cocina, sólo estira la mano y pulsa el botón maravilloso, situado en la pared. Dicho botón encenderá la cafetera, el calentador de leche y la tostadora. En unos segundos un silbido delicado la avisará para tomar su desayuno.

A las 7:33:00, Mons sentada en su cojín, ya no escucha las melodías de flautas, Bert acabó con ellas. Mira por la ventana y con movimientos suaves se acomoda en el cojín contra el sofá y espera ...